mnhl040: 3686 - Ser Generosos

---------- Mensaje reenviado ----------
De: muetterken <muetterken@yahoo.com.ar>
Fecha: 12 de febrero de 2011 19:15
Asunto: [alexiis] 3686 - Ser Generosos - December 28 2010
Para:
CC: David Fernandez <david.fernandez.bajo@gmail.com>

SER GENEROSOS

Heavenletters™ Nº 3686: Acercando la Tierra más al Cielo

28 de Diciembre, 2010

Traducción: David – david.fernandez.bajo@gmail.com

Edición: Anita – wayran@gmail.com

El CIELO está aquí para alcanzar a cada alma en la Tierra con el propósito de despertar:

* Nuestra conexión con Dios*

* Nuestra confianza en nosotros mismos *

* Nuestro conocimiento de ser merecedores por igual ante los ojos de Dios.*

* Paz en la Tierra*

Dios siempre nos está acercando a Él.

Dios dijo:

Mayormente, ustedes saben cuál es el camino más noble a seguir. Saben lo que es magnánimo y lo que no. Ustedes están para ser magnánimos, mis amados. Pueden incluso serlo, ante las opiniones de los demás. No hay razón para anteponer sus opiniones a las opiniones de otros.

A menudo, las opiniones son presentadas como hechos. No lo son. Son opiniones. Sin embargo, es un hecho que ustedes tienen opiniones, y están muy convencidos de fiabilidad. No siempre saben qué es lo que los motiva. No siempre saben en qué patrones se han encasillado. Sus pensamientos no son siempre originales. En la mayoría de los casos, no lo son. A menudo son como hojas que penden de un árbol por un hilo delgado.

¿Qué significa que deban tomar el camino más noble? Significa que no son egoístas. Significa que son desinteresados.

Miren a las pocas personas verdaderamente felices que conocen. Están pensando en los demás, lo cual es una gran clave de la felicidad. Pensar tanto en ustedes mismos, no es una buena idea. No es magnánimo.

Nacieron en la Tierra para servir. Al servir, prestan menos atención a sí mismos. Al servir, piensan menos en sí mismos. Al servir incluso llegan a olvidarse de su propia importancia, y así pues, son bendecidos.

¿No han acaso estado buscándose a sí mismos, sin pensar en los demás? ¿No han puesto ocasionalmente algún alimento favorito en el refrigerador, guardándoselo para sí mismos, en vez de darlo a alguien más? ¿No han incluso negado a dar de sí mismos a otros? ¿No se han guardado a sí mismos en una nevera en alguna parte, aguardando alguna ocasión o persona especial para entonces salir y ofrecerse, pensando que sólo entonces merece la pena? Ustedes seleccionan algunas personas y confinan a las demás en las cavernas oscuras de sus corazones.

Juicios, juicios, juicios.

Los juicios persiguen a la generosidad y la socavan. Ustedes miden su generosidad. La racionan. La reservan. Se socavan a sí mismos, amados.

El ego decide que ustedes le nieguen su corazón a otros. El ego les da toda clase de razones. Les dice que son ustedes tienen necesidades. Les dice que deben cuidarse a sí mismos. El ego les dice que se protejan. El ego les dice que los demás van tomar de ustedes. Les dice que los demás se apuran a quitarles lo que pueden y ¿por qué deberían ser ustedes diferentes? El ego les dice que deben administrar el dar. Deben pensar por sí mismos, y quererlo. Amados, incluso quizás deban enseñarse a sí mismos a ser generosos, puesto que el mundo les ha enseñado a no serlo.

Es a través de la generosidad, que son más ricos. Desarrollan su espíritu. Vuélvanse dadores generosos que piensan en las razones que hay para dar en vez de en las razones que hay para no hacerlo. A pesar de lo que el mundo y su ego les han enseñado, no hay ganancia en mantener sus corazones apretados.

Y ahora, la parte difícil. No sólo tienen que aprender a dar, sino también a dar sin recibir algo a cambio. No es dar, cuando se está pensando en la gratitud que se tendrá de otros o los regalos que puedan recibirse a cambio. Eso no es el dar, amados. Eso es regatear, amados, y no les aporta felicidad. Tener en cuenta que recibirán algo a cambio los convierte en cobradores. Un cobrador, necesariamente tiene un corazón cerrado, un corazón matemático, un corazón de débitos, una mente que permanece funcionando, un corazón que retrocede.

Sean generosos tres veces al día. Dejen fluir su generosidad y luego olviden lo que dieron. Fue una pequeñez.